¿Cómo obtener un desempeño efectivo a distancia?
En la medida que la emergencia sanitaria nos llevó al encierro, cada integrante de la organización pasó a un régimen de autoadministración de su trabajo y responsabilidades. Este solo criterio obliga a pensar que la confianza mutua es esencial.
Adicionalmente a este punto, lo que juega un papel determinante para el desempeño efectivo es la claridad de las responsabilidades y la métrica asociada a estas para posibilitar al personal su percepción de avance y también facilitar la rendición de cuentas.
Es cierto que el solo cambio de régimen alteró el estado anímico de una gran mayoría, lo que ha obligado a echar mano a técnicas de enriquecimiento del trabajo, toda vez que el hábitat del propio domicilio no necesariamente tiene todas las facilidades.
Sabemos que fue una práctica casi generalizada el que las empresas apoyaran con la compra de equipo de trabajo complementario cuando el personal lo requería y ello sin duda respaldó un mejor desempeño.
En nuestra experiencia la vía para favorecer un desempeño efectivo es la definición clara de las expectativas de resultados para que la medida esté basada en el impacto del esfuerzo, en vez de la cantidad de esfuerzo.
Información difundida reporta que en una inmensa mayoría de organizaciones la productividad no solo no experimentó una baja, sino que hasta tuvo un repunte interesante, de la mano de nuevos aprendizajes del personal.
En suma, confianza, cuidado del hábitat con buen equipamiento, claridad de responsabilidades y su métrica, asesoría y acompañamiento por medios virtuales y revisión periódica de resultados.
