El modelo socio técnico de organización permite comprender mejor la efectividad organizacional.
Toda organización es una entidad compleja por la estructura que contiene y por los comportamientos que requiere. A esta dualidad se le reconoce como el modelo socio-técnico y puede decirse que ni la estructura ni el comportamiento pueden existir en el vacío absoluto. El desarrollo organizacional basado en el enfoque socio-técnico produce mejores impactos en resultados.
Las organizaciones tienen un propósito que lograr, a base de procesos de trabajo basados en responsabilidades que definen el perfil de las personas y se mueven bajo el impulso del liderazgo.
La razón de ser de la organización da sentido a la planeación estratégica y dan sentido a la contribución del equipo directivo y de cada integrante de este, con objetivos smart debidamente alineados.
Las buenas prácticas para manejar objetivos smart aconsejan la elaboración de descripciones de puestos de la empresa, en términos de resultados, para derivar de estos objetivos smart retadores y alcanzables que se establecen mejor de manera participativa, para revisar mensualmente el nivel de logro.
La estructura se define bien cuando se establece quién responde de qué y tiene la cuota de autoridad que requiere para lograr lo que corresponde. Esta claridad organizacional ayuda a contar con un proceso de toma de decisiones nítido, que facilita la asignación de recursos y el accountability.
Mucho se ha hablado del perfil de las personas que deben integrarse a la organización y el acento que ponemos con el enfoque Reddin es que aparte de los conocimientos necesarios, el personal cuente con la destreza para aplicar inteligentemente el conocimiento. Esto es lo que lleva a afirmar que las personas tienen las habilidades directivas que la organización requiere. Resulta muy necesario realizar la alineación de cada una de las personas con el puesto de una empresa y a partir de ello hacer un esfuerzo sostenido para impulsar el desarrollo de los subordinados.
En ejercicio del liderazgo se pasa por definir y optimizar los procesos de trabajo con responsabilidades claramente expresadas, de manera que se pueda realizar de manera constante un esfuerzo para conseguir el compromiso de las personas con las metas de la organización. El líder es básicamente el estratega que está creando las condiciones para la efectividad.
