Muchos años de experiencia comprobada indican que el estilo de liderazgo para optimizar y alcanzar estándares idóneo es el llamado estilo de liderazgo Dedicado.
Este se caracteriza por ser activo, pujante y con fuerza de iniciativa que le lleva a fijar responsabilidades individuales con normas de desempeño. Es un líder decidido, agresivo con elevada confianza en sí mismo. Se identifica con la calidad, la cantidad, el costo y la inmediatez.
También se ha comprobado con éxito su funcionamiento en procesos de tareas variables de moderada complejidad, que deben completarse en el corto plazo.
Suele ser muy apropiado cuando se requieren procesos de alta velocidad de respuesta y que pueden estar continuamente sujetos a contingencias, dada la velocidad de cambio de su entorno.
A menudo se ha comprobado su valía cuando hay procesos con subordinados con poca competencia y reducido poder de decisión.
Se han homologado un conjunto de buenas prácticas que pueden impulsarse con este estilo de liderazgo de alta efectividad denominado Autócrata Benévolo y que incluyen:
- Implementación de nuevos procesos de trabajo
- Optimización de procesos para elevar la productividad
- Implementación de mejora continua
- Implantación de la práctica de planeación de corto plazo
- Aumentar el conocimiento técnico de quienes dirigen
- Reasignación de recursos
- Reconocimiento del alto desempeño
- Diseño de planes de contingencia
- Reforzar el cumplimiento de la ejecución de planes mediante revisiones continuas.
Es frecuente encontrar sin embargo, una aplicación defectuosa del estilo de liderazgo, llamado Autócrata y que puede caer en las siguientes prácticas que es conveniente desterrar:
- Exigir ejecución sin haber planificado y asignado recursos
- Dar seguimiento fuera de tiempo
- Dirigir procesos y personas sin contar con el conocimiento adecuado
- Castigar al personal o criticar absurdamente
- Hacer evaluación subjetiva, sin contar con datos duros
- Fijar objetivos demasiado exigentes
- Exceso de centralización de poder
- Interrupción constante a los interlocutores sin haberlos escuchado.
El buen ejercicio del estilo de liderazgo para optimizar y alcanzar estándares llamado Autócrata Benévolo aconseja asegurarse de que cada persona ha comprendido bien las órdenes y las tareas a ejecutar, ya que han recibido una explicación amplia de las razones detrás de las iniciativas en juego.
Es muy provechoso escuchar con atención a las personas, asegurándose de tener conversaciones nutridas en la modalidad uno a uno con cada miembro de su equipo y, de manera muy particular exhibir su experiencia en el campo de su especialidad fara favorecer el aprendizaje de todos los integrantes.
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Autor: Alejandro Serralde S.
