Es una práctica frecuente entre especialistas de Recursos Humanos aplicar baterías de pruebas al personal de nuevo ingreso para hacer una selección inteligente de los candidatos y entre ellas se destaca una prueba de personalidad.
Es una creencia generalizada de que comprendiendo la personalidad de la persona se puede pronosticar un conjunto de capacidades para la ocupación de un puesto de la empresa en particular, como puede ser capacidad de juico, orden mental, disciplina, autoconfianza, aptitud situacional, entre muchas otras.
Investigaciones realizadas tanto en Tavistok como en Stanford han demostrado que es difícil predecir el comportamiento de una persona basados únicamente en los rasgos de la personalidad, pues el medio ambiente llega a ejercer una influencia muy grande, al punto de hasta provocar conductas diametralmente distintas a las pronosticadas.
Ello lleva a considerar que al liderazgo se le debe evaluar con pruebas las ligadas a la estructura de las tareas, que midan la conducta.
Autor: Alejandro Serralde