¿Qué es el liderazgo empresarial?
Cuando una organización adquiere un conjunto de habilidades directivas que le llevan a ejercer un claro impulso en su ámbito de influencia, adquiere también lo que llamamos liderazgo empresarial. En diferentes mercados de la actividad económica, las empresas generalmente buscan significarse por la originalidad de su oferta y la calidad de sus productos y servicios en busca de la lealtad de los clientes y usuarios. A menudo, el liderazgo debe ser acompañado de la acertada ejecución de iniciativas de creatividad e innovación.
Hay organizaciones que a base de experiencia han desarrollado un modelo de liderazgo que es difundido entre los integrantes con la finalidad de ofrecer una funcionalidad armónica y eficaz, particularmente cuando se desenvuelven en entornos razonablemente estables y predecibles. En contraste, existen organizaciones que están bajo el asedio de la incertidumbre que obliga a la inventiva constante, requiriendo que sus dirigentes se distingan por su flexibilidad.
Importancia del liderazgo empresarial
Por su naturaleza, las empresas están caracterizadas por la búsqueda y optimización de la productividad, que en buena medida expresa la fecundidad del esfuerzo realizado. Es una realidad probada que cuando los directivos de la organización adoptan un modelo de liderazgo compuesto de las habilidades directivas pertinentes, se desempeñan con alta efectividad. Como un elemento central de las responsabilidades gerenciales de la alta dirección está la labor de facultamiento y desarrollo de las habilidades que nutren el buen desempeño.
Tipos de liderazgo empresarial
En los anales del estudio del liderazgo aparecen una amplia variedad de enfoques y criterios para clasificar el liderazgo, predominando lo que se llaman modelos tipológicos, es decir aquellos que describen una línea de conducta que caracteriza el ejercicio del liderazgo. También encontramos el llamado liderazgo conceptual, es decir el que se inscribe dentro de un concepto que deviene del enfoque que se asume en su ejercicio. Así, por ejemplo, podemos hablar del liderazgo ideal y del liderazgo situacional.
En el primer caso, el liderazgo ideal, nos referimos al enfoque que simboliza el comportamiento ideal para satisfacer a la organización y al personal, de suerte que toca al líder comportarse con apego al ideal o “deber ser” y, en función de ello, la evaluación descansa en qué tan bien se siguió el enfoque.
El liderazgo situacional, es aquel que está caracterizado por el apego a los requerimientos de una situación. Por ejemplo, en ocasiones es importante dar importancia al cuidado del proceso administrativo, mostrando apego y disciplina, mientras que en otras es determinante poner por delante el estado de ánimo del personal para asegurar un óptimo desempeño.
En resumen, podemos decir que existen autores de liderazgo tipológico como Douglas McGregor, autores idealistas como Blake & Mouton y autores situacionistas como William Reddin.
Suele llamársele liderazgo estratégico a todo impulso que va encaminado a conseguir una ventaja dimensional para la empresa a partir de un marcado enfoque en la creación de futuro, impulsando cambios de paradigmas e innovación, a trescientos sesenta grados.
El llamado liderazgo democrático nace del impulso que tiene el líder para integrar los puntos de vista e inquietudes de todas las personas que podrían ser afectadas por una decisión, de manera que la línea de acción es una clara imagen de los deseos del grupo afectado. Este liderazgo requiere apertura y sensibilidad del líder para aceptar la voluntad de la mayoría.
Citar al liderazgo transaccional equivale a describir un liderazgo basado en negociaciones y transacciones para integrar los puntos de vista de las partes involucradas, requiriéndose para ello una acción participativa. Es frecuente encontrarlo en organizaciones de gobierno, en empresas familiares y en grandes empresas multinacionales operando con estructura matricial.
Cuando se habla de liderazgo transformacional, los proponentes de este tema dar particular atención al impacto de dirigir y que se centra en producir cambios en busca de la simplificación y la optimización. Se proponen metodologías para impulsar cambios administrativos, de sistemas, de organización del trabajo, de ambiente organizacional, de las relaciones con el personal, de la estrategia de empresa, etc.
En la mayoría de las organizaciones, sin distinción de país, se presenta un liderazgo típico llamado liderazgo autocrático. Mucho se ha escrito sobre este y con toda seguridad el trabajo más completo basado en investigación se debe al Dr. William J. Reddin, quién lo define como el liderazgo que tiene una marcada orientación a la ejecución de la tarea, según los criterios de quien dirige, sin tomar en consideración los puntos de vista ni el estado de ánimo de las demás personas.
Se debe ver como un acto de imposición basado en un ejercicio extendido de la autoridad, incluso en condiciones en las que quien lo ejerce no cuente con la autoridad formal. Se debe ver como una actitud, más que como el desempeño de una función gerencial.
En los estudios realizados se ha encontrado que uno de los disparadores del liderazgo autocrático es el diferencial en la fuerza de iniciativa entre el que dirige y los dirigidos. Por ejemplo, quien dirige al ver que el personal no toma la iniciativa, actúa de inmediato imponiendo las directrices y las condiciones a seguir durante la ejecución. En algunas organizaciones esto llega a ser frecuente y llega a no ser mal visto, sin embargo, hay que reconocer que produce en la mayoría de los casos una afectación en el clima laboral, produciendo temor y en ocasiones sensación de persecución.
Imponer un curso de acción no es malo, per sé, sin embargo debe hacerse ganando la voluntad de los dirigidos. A este acto el Dr. Reddin llama Liderazgo Autócrata Benévolo.
Nuestros programas de entrenamiento en liderazgo, el Seminario de Efectividad Gerencial 3D y el Leadership Acceleration Program – LAP, han sido diseñados para desarrollar las habilidades de influencia a partir de una acertada percepción de las situaciones. Durante el entrenamiento las personas viven momentos típicos de la vida gerencial real y tienen la oportunidad de ensayar diferentes estilos de liderazgo y de medir sus impactos. De esta manera, a través una práctica incesante los participantes adquieren destreza en lectura de situaciones y en la elección de las estrategias de influencia, que son básicamente estilos de liderazgo alineados con la realidad.
