Toda organización consolida su liderazgo cuando es capaz de contar con equipos gerenciales autónomos y expertos en su área de especialidad. El camino para llegar a esto requiere de un proceso complejo manejado con criterios de estrategia organizacional.
Ciertamente, en la actualidad las empresas e instituciones requieren para su funcionamiento una estructura organizacional apropiada para enfocar el talento para el logro de los objetivos estratégicos. Suele encontrarse con frecuencia enfoques organizativos convencionales como lo es la organización de tipo funcional, o bien el enfoque matricial para aprovechar talento mediante apoyos centrales compartidos, y también organizaciones a base de holones, holocráticas. Omitimos de manera deliberada el formato organizacional castrense como el que funciona en el ejército, la iglesia y las universidades. Sobra decir que se omite también la organización burocrática que predomina en los gobiernos.
De acuerdo con esto, la conformación de equipos gerenciales necesita estar ligado a las especificaciones de la estructura organizacional prevaleciente. Esto entraña la selección pertinente de los ocupantes para llevarlos a un nivel de alto desempeño como managers y luego como líderes de equipo.
La noción de alto desempeño merece la consideración de sus atributos para poder valorar su rendimiento en función de ellos.
Por ejemplo, independientemente del tipo de organización a la que pertenece el grupo, requiere objetividad para la toma de decisiones eficaz y oportuna, visión estratégica, capacidad de planeación, versatilidad para dar soluciones, creatividad y probada capacidad para propiciar el desarrollo de colaboradores.
Desarrollo de la objetividad
Los expertos en el tema coinciden al señalar que la objetividad es el resultado de una autopercepción plena. Es decir, un directivo que es capaz de percibir cuál es el impacto de su acción tiende a distorsionar menos la realidad y esto está conectado con los llamados mecanismos de defensa.
Todo ser humano, por su naturaleza contiene mecanismos de defensa que le llevan a filtrar eventos y actitudes de su ecosistema para sentirse cómodo. Es frecuente encontrar a personas que encuentran comodidad en situaciones anómalas, como puede ser al caso en el que el grupo alrededor ve en la mentira un recurso normal. Evidentemente, un directivo de alto rendimiento se distingue por su capacidad para ser consciente de sus mecanismos de defensa y superarlos a través de desarrollo y con ello ser capaz de alejarse de situaciones anómalas. Significa también que la persona es capaz de liberarse de la influencia de diversas ideologías para poder pensar y actuar sin prejuicios.
A mayor objetividad, mayor capacidad para la toma de decisiones ya que la persona puede aplicar con eficacia el método de pensamiento causa-efecto, esencial para tener la capacidad de prever los impactos de una decisión en sus ámbitos de influencia.
Visión estratégica
Es correcto decir que una persona visionaria es aquella capaz de anticipar escenarios y a través de esto organizar esfuerzos con anticipación o, como suele llamársele en desarrollo organizacional, con proactividad.
Es frecuente que las personas dotadas de este atributo posean el don de la intuición de donde nacen las llamadas corazonadas. Es a través de este fenómeno que podemos entender, por ejemplo, la genialidad de Isaac Newton al visualizar la ley de gravitación universal. Directivos como Steve Jobs dieron un impulso al uso de la computadora personal y a la telefonía inteligente.
Ciertamente, la intuición puede desarrollarse con ejercicios de observación y retroalimentación de grupos expertos.
Capacidad de planeación
Todo evento producto de la iniciativa de un individuo, para poder ocurrir necesita condiciones particulares para operar. La destreza de visualizar las condiciones básicas necesarias para dar posibilidad de ocurrencia al evento está contenida en la planeación. Ello requiere de la habilidad para establecer prioridades y para identificar qué conductas son necesarias para que el evento se materialice. Un evento bien planificado solamente requiere ejecución y la medición de impactos, teniendo en consideración la oportunidad en todos los órdenes. Establecer tiempos de inicio y finalización, es fundamental en la planeación.
Versatilidad para dar soluciones
Mucho se ha escrito y ejecutado en torno a la solución de problemas y las diferentes corrientes convergen en la convicción de que existe un fenómeno causa efecto en todos los eventos de la iniciativa del ser humano. También hay una coincidencia en cuanto a la necesidad de una apertura mental para incorporar conocimiento diverso y suficiente, así como la ventaja del pensamiento lateral.
La experiencia de los consultores de Reddin indica que la versatilidad está conectada a la llamada amplitud de repertorio de conductas, lo que significa contar con un repertorio de enfoques para analizar la realidad en cuestión desde diferentes ángulos. Comprobado a lo largo de los años de experiencia gerencial de nuestra firma la versatilidad nace en la flexibilidad gerencial.
Capacidad para el desarrollo de colaboradores
Peter F. Drucker el afamado consultor de management solía afirmar: Productividad a expensas de la falta de crecimiento del personal, se llama cáncer.
Un mandato para los equipos de alto rendimiento es conseguir el resultado que se busca aunado a la oportunidad de crecimiento de las personas que participan en los procesos productivos de la organización. La evolución de cada negocio depende en gran medida de su capacidad para renovar cuadros de sucesión y esta responsabilidad corresponde a todos los managers resultando una flagrante equivocación pensar que esto es una responsabilidad del área de Recursos Humanos.
